Es un problema del embarazo en el cual la placenta crece en la parte más baja de la matriz (útero) y cubre toda la abertura hacia el cuello uterino o una parte de ella.
La placenta crece durante el embarazo y alimenta al feto. El cuello uterino es la abertura hacia la vía del parto.
Durante el embarazo, la placenta se desplaza a medida que el útero se estira y crece. A comienzos de embarazo, es muy común que la placenta esté en la parte baja en el útero, pero a medida que el embarazo continúa, la placenta se desplaza hacia la parte superior de éste. Hacia el tercer trimestre, la placenta debe estar cerca de la parte superior del útero, de manera que el cuello uterino esté despejado para el parto.
Algunas veces, la placenta cubre parcial o totalmente el cuello uterino, lo cual se denomina placenta previa.
Existen diferentes formas de placenta previa:
La placenta previa ocurre en 1 de cada 200 embarazos y es más común en mujeres que tienen:
Las mujeres que fuman o tienen niños a una edad avanzada también pueden tener un mayor riesgo.
El síntoma principal de la placenta previa es un sangrado vaginal súbito. Algunas mujeres presentan cólicos también. El sangrado a menudo comienza cerca del final del segundo trimestre o empezando el tercer trimestre.
El sangrado puede ser intenso. Puede detenerse por sí solo, pero puede empezar de nuevo días o semanas después.
El trabajo de parto algunas veces empieza al cabo de varios días después del sangrado profuso. Algunas veces, el sangrado puede no ocurrir hasta después de que comience el trabajo de parto.
El médico puede diagnosticar esta afección con una ecografía del embarazo.
Los médicos sopesarán cuidadosamente el riesgo de sangrado contra el riesgo de un parto prematuro para el bebé. Después de las 36 semanas, dar a luz al bebé puede ser el mejor tratamiento.
Casi todas las mujeres con placenta previa necesitan una cesárea. Si la placenta cubre todo o parte del cuello uterino, un parto vaginal puede causar sangrado intenso, lo cual puede ser mortal para la madre y el bebé.
Si la placenta está cerca del cuello uterino o está cubriendo una parte de éste, el médico puede recomendar:
No se debe colocar nada en la vagina.
Posiblemente usted deba permanecer en el hospital para que el equipo médico pueda monitorearlos cuidadosamente a usted y al bebé.
Otros tratamiento que usted puede recibir:
Se puede hacer una cesárea de emergencia si el sangrado es abundante y no se puede controlar.
El mayor riesgo es el sangrado intenso que puede ser potencialmente mortal para la madre y el bebé. Si tiene sangrado profuso, el bebé tal vez necesite nacer de manera prematura, antes de que los órganos mayores, como los pulmones, se hayan desarrollado.
Consulte con el médico si tiene sangrado vaginal durante el embarazo. La placenta previa puede ser peligrosa tanto para usted como para el bebé.
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